Latrati lontani
“Ladran Sancho, luego cabalgamos”.(Ci abbaiano, Sancho, vuol dire che cavalchiamo) Dal Don Chisciotte, Cervantes
Mia figlia ha undici anni e la sua lettura prevalente è “Topolino”. Anche se non possiede la bibliomania che mi piaga fin da ragazzo, non dispero prima o poi di riuscire a farla diventare una discreta lettrice: ne ha la stoffa. L’altro ieri abbiamo avuto una discussione sulla copertina dei libri.
Lei sosteneva che le era impossibile leggere un volume la cui copertina le faceva schifo. Hai una bella voglia a obiettare che un giudizio su un’opera si può dare solo dopo che la si è letta per intero.
Siamo onesti: quante volte abbiamo preso in mano una pubblicazione solo perché affascinati dall’illustrazione? Ma certo non possiamo spingerci a disprezzare un testo solo perché l’editore ha avuto graficamente mano infelice.
Se questo ci pare assurdo, ci può essere di peggio: chiedere la distruzione di un libro solamente per il suo titolo.
E’ quello che sta succedendo in Spagna con la traduzione del nostrano “Sposati e sii sottomessa”, gran bell’opera della giornalista Costanza Miriano.
Si è infatti scatenata un‘intensa campagna diffamatoria contro di essa e contro l’arcivescovato di Granada che ne ha promosso la pubblicazione, con tanto di denunce.
“(…) Non possiamo permetere che organizzazioni come la Chiesa, che prende denaro dallo Stato, si dedichino a fare proselitismo della disuguaglianza, della discriminazione e del sessismo” asserisce Alvarez del PSOE (Partito Socialista). Invita quindi i vari vescovi a non vivere nel medioevo.
“Un chiarissimo manuale di violenza” per “schiavizzare la donna“, traduzione “inammissibile in uno stato democratico“…si deve ritirare dalle librerie, dicono esponenti di varie associazioni femministe
“Autentico sproposito”…”Spero che l’Arcivescovado rettifichi, prima che sia tardi.” Questo, ahimé, è il segretario del Partito Popolare Andaluso.
Cosa hanno in comune tutte queste persone? Che il libro, evidentemente, non l’hanno manco aperto. Lo vogliono bruciare senza forse averne neanche guardato la copertina.
Perché, se lo avessero fatto, si sarebbero visti costretti a cambiare idea. A capire cosa intendeva S.Paolo con quella frase (sì, è S.Paolo. Non è medioevo, è persino un cincinello più antico), cosa ha a che fare con il matrimonio. Quando è che essa è vera.
Ho detto che avrebbero dovuto cambiare idea? In effetti, forse no. Perché non posso fare a meno di domandarmi come mai, con tanti testi in cui si elencano cento sfumature di degradazione umana, manuali pornografici di ogni genere e tipo, e che nelle librerie ci sono già da un pezzo, proprio di questo si chieda il ritiro. Perché ci si scandalizzi di fronte alla parola “sottomissione” quando usata da un cattolico e non davanti a quell’”Islam” che significa esattamente questo, con senso però nettamente diverso.
Il dubbio mi viene che si sia ben consci, invece, di cosa in realtà quel volume contenga (almeno da parte di alcuni: il resto della turba si limita a seguire con torce e forconi).
E’ pericoloso, quel libro, perché mostra in maniera divertente e appassionata un verità che si fa riconoscere. E’ pericoloso per chi quella verità vorrebbe distruggere.
E la verità è che uomo e donna hanno pari dignità ma ruoli diversi. Inconcepibile, per chi vorrebbe cancellare il significato stesso di “uomo” e “donna”. In maniera da tramutarli in schiavi.
Ed è per questo che si alza il coro dei nemici, il dileggio degli intolleranti. Il cattolico appare un bersaglio facile per certi vigliacchetti il cui linguaggio abituale è l’insulto e la diffamazione, la menzogna detta per far male. Il cattolico sembra debole. Pronto per essere inchiodato alla croce. Ma sulla croce il cattolico la sa un poco più lunga.
C’è da sperare che la vicenda si risolva in una bella pubblicità. Chissà, prima di buttarlo tra le fiamme magari potrebbero finire per leggerlo persino i suoi detrattori.
«Le mogli siano sottomesse ai mariti come al Signore (Efesini 5,22-33).
Cásate y se sumisa…
La controvertida frase de san Pablo a los Efesios, “Esposas, estad sujetas a vuestros maridos”, fue la inspiración de un best-seller italiano en el 2011: Sposati e sii sottomessa: Pratica estrema per donne senza paura : Cásate y se sumisa: experienca radical para mujeres sin miedo. Costanza Miriano, su autora, está convencida de que muchos conflictos matrimoniales podrían resolverse si la mujer entiende su verdadero talento como esposa y madre: la sumisión del servicio. Los ejemplares de su libro pasan de mano en mano entre muchas italianas.
¿Qué inspiró su libro?
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La controvertida frase de san Pablo a los Efesios, “Esposas, estad sujetas a vuestros maridos”, fue la inspiración de un best-seller italiano en el 2011: Sposati e sii sottomessa: Pratica estrema per donne senza paura : Cásate y se sumisa: experienca radical para mujeres sin miedo. Costanza Miriano, su autora, está convencida de que muchos conflictos matrimoniales podrían resolverse si la mujer entiende su verdadero talento como esposa y madre: la sumisión del servicio. Los ejemplares de su libro pasan de mano en mano entre muchas italianas.
¿Qué inspiró su libro?
continua a leggere »continua a leggere »Non ho voluto che alle mie nozze si leggesse il testo di san Paolo sulla sottomissione della donna... (ESP./ ITA.)
No quise que en mi boda se leyera el texto de San Pablo sobre la sumisión de la mujer costanzamiriano.com
Cásate y se sumisa, el polémico libro editado por la editorial dependiente del Arzobispado de Granada, ha puesto en la picota a su autora, la italiana Costanza Miriano.
Esta periodista que trabaja en la RAI, madre de cuatro hijos, la petición efectuada por varios partidos político españoles para que retiren su libro de las estanterías, le ha dejado estupefacta. La obra es un auténtico betseller en Italia, país en el que se ha reeditado, gozando del favor de miles de mujeres que han tenido el sentido común que parece faltar en España, y lo han leído antes de tacharlo de su lista.
Miriamo atiende por teléfono a Teinteresa.es, y dice algunas palabras en español para romper el hielo, “que conozco gracias las canciones de Violeta”. Para esta mujer nacida en Perugia en 1970, las acusaciones de que su libro promueve la violencia de género es algo inaceptable, tanto más cuando en la mayoría de librerías de Italia está colocado en los estantes de la sección de humor. Vivir para ver.
¿Cree que la polémica por el lanzamiento de su libro está justificada?
No, para nada. ¿En qué punto de mi libro hablo de violencia? No justifico en absoluto la violencia. No es el argumento del libro. Sería como hablar de cenicienta en relación con la explotación laboral. Hablo desde una óptica cristiana, del matrimonio cristiano
El título de tu libro, ¿pretende llamar la atención de los católicos, o de los no creyentes?
De ninguno. Es una frase de San Pablo, de la carta a los Efesios. Así que habría que pedir la retirada de la Biblia del mercado. La mía es una reflexión honesta y leal, no es para hacerme publicidad. Es una reflexión sobre San Pablo que también me molesto cuando la leí por primera vez. Y no quise que se leyera en mi boda como lectura.
Pero se supone que San Pablo habla en un contexto comprensible en aquella época.
No, gran parte de la Iglesia no dice esto. Y de hecho mi libro ha sido muy bien acogido por la Iglesia, pontificios consejos, con llamadas de cardenales, párrocos, obispos, y artículos del Obsservatore Romano en primera página. Nadie en la Iglesia ha dicho que no sea así. En tanto que el texto de San Pablo dice además que el hombre debe morir por su mujer.
Si tengo que elegir prefiero ser sumisa, que morir. Ciertamente hay que entender en qué sentido San Pablo quiere decir esto. Entiendo que el sentido es mucho más profundo que lo que se ha entendido y llevado al debate público en España. Estamos hablando de violencia.
Es que en España llevamos en la última década más de 700 mujeres asesinadas a manos de exparejas, novios, maridos…
También en Italia los números son parecidos, es algo gravísimo, pero basta leer en los mandamientos: no matar. Mi libro no tiene nada que ver con este asunto. El lenguaje bíblico es otro lenguaje, más profundo, más espiritual.
La Iglesia siempre ha condenado la violencia. La violencia contra los más débiles, desde el niño en el vientre materno, a las mujeres más frágiles, y condena todos los tipos de violencia. No matar niños, no matar mujeres, no matar hombres. La Iglesia nunca ha justificado la violencia. Meter el libro en ese debate es como pedirme a mi una opinión sobre Messi y el Barcelona. No entendería nada.
Pero parece dar a la mujer un rol de fragilidad, aunque después lo traduzca como servicio a los demás
No es una cuestión de debilidad, es otra cosa como dice Usted. En la Carta a los Efesios, San Pablo invita a hombres y mujeres a someterse mutuamente. La misma dignidad el hombre y la mujer no está en discusión. La Iglesia siempre ha abogado por esto.
Por tanto, ¿somos iguales?
Igual dignidad, pero muy diferentes. Desgraciadamente las ideologías de género tienden a considerar las características sexuales como algo cultural y no determinado por la naturaleza. Entiendo que algunas feministas se hayan podido molestar, porque en el pasado la mujer no tenía reconocida la misma dignidad, y algún término les pueda haber molestado. Es un debate muy difícil.
El concepto de sumisión ha levantado ampollas
Yo sugeriría leer el libro antes de hablar. En muchas librerías en Italia ha sido colocado en la estantería de los libros de humor. Y digo leer el libro primero porque hay que entender qué quiere decir la palabra sumisión. Dedico 50 páginas a explicarlo, y no lo puede explicar en dos minutos.
Oiga, ¿Y no sería mejor que el hombre fuera sumiso a la mujer?
No, porque San Pablo dice lo contrario. Entre otras cosas porque Hombre y Mujer piensan de modo diferente. La mujer tiene deseos de controlar y el hombre tiende al egoismo. San Pablo subraya los dos puntos. Que la mujer debe ser sumisa, pero que el varón debe morir por ella. Y son dos puntos claves, el nexo de lo masculino y lo femenino.
Querer lo contrario sería manipular (La naturaleza), formatear a los hombres. Sólo el que tiene vendado los ojos por la ideología puede negar esto. Normalmente un hombre se casa pensando “ojala que mi mujer no cambie”, y una mujer se casa pensando “ojala que mi marido cambie”. Al menos esta es mi experiencia. Es lo que he visto en mi vida, y en la vida de mis amigas.
Por cierto, ¿considera positiva la incorporación laboral de la mujer?
Yo tengo dos trabajos. Soy periodista en la RAI, tengo 4 hijos y soy representante de clase, les quito los piojos, les ayudo con los deberes… No digo que las mujeres tengan que estar en casa. Yo corro el maratón, todos los días…
¿Es el matrimonio como usted lo entiende una huida del hogar paterno?
No tendría que serlo y pienso que no lo es. Además si uno convive en pareja nadie se escandaliza hoy día. Por lo menos aquí en Italia. Conozco gente que ha convivido y luego y se ha casado. Casarse para escapar no es algo bueno. Quizá en el pasado. Tal vez en Italia era el modo de alejarse del Padrone.
¿Dónde está el amor en el matrimonio cristiano?
Pienso que el ideal del amor, como se viene vendiendo en Occidente, es algo emotivo y sensible, pero esto es solamente una parte bonita, que no hay que despreciar, pero los cristianos ven el amor como la entrega del hombre y la mujer. Los esposos son compañeros de viaje, que realizan un trabajo de conversión recíproca, algo mucho más profundo y que va más allá del amor emotivo. Además, parte de ese amor es la acogida de los hijos.
¿Está su libro entonces en ortodoxia de la Iglesia Católica?
El pontificio consejo para la Familia dice que es una glosa divertida de la afirmación de Juan Pablo II que el Señor ha puesto a la Humanidad bajo el cuidado de la mujer. Por tanto, yo he entendido que la mujer es la que acoge, la que pone en relación, la que crea lazos. Este es el sentido. Nada que ver con la violencia, ni con lo que es útil. Es un nivel mucho más profundo. Pero hay que leerlo para saberlo.
fonte: teinteresa.es
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